Esta semana hemos pasado el ecuador del invierno, eso hace que comencemos a sentir más la luz y algunas personas han tenido problemas para dormir y otros pequeños transtornos.
En casa la noche del 1 al 2 de febrero fue horrible, los niños se despertaron un montón de veces y los adultos también, y desde ese día estamos con un leve dolor de cabeza, como embotados. Y me consta que otras familias cercanas también lo han notado.
La explicación es que nuestro cuerpo se prepara para funcionar diferente, porque sabe que va a llegar la primavera y comenzaremos a tener otras necesidades. Claro que con esta vida que llevamos tan «desconectada» muchas veces hacemos prácticamente las mismas cosas y gracias al transporte y los congeladores podemos comer casi lo mismo, no importa en qué época del año estemos.
Pero cuando eramos mujeres primitivas no, y nuestro cuerpo conserva esa sabiduria. En realidad, nuestro cuerpo tiene necesidades diferentes en función de la época del año, lo que seguro que has notado es que si hace calor apetece más cosas fresquitas, como la sandía o una cerveza 🙂 y en invierno somos mas de sopa o vino tinto.
Pues con la luz pasa igual, nos afecta, no solo la temperatura provoca cambios en nuestro cuerpo sino tambíen la luz, y es que sin la luz no habría vida, así que fijate como de importante es.
Esto pasará, nos acostumbraremos a la luz de nuevo y nuestro cuerpo saldrá del letargo del invierno, el reto este año es que en este febrero tendrémos dos eclipses que nos van a remover, así que tenemos un mes muy intenso por delante, mañana te lo explico con más detalle.
Consuelo a 04/02/2017
