No he caído en contar que estoy de vuelta en España, nos volvimos de Noruega hace unos meses y me encuentro en mi propio proceso de re-adaptación a la vida en la Marina Alta, una de las zonas mas bonitas del mundo 🙂
Está siendo muy interesante e intenso. La vida aquí transcurre a otro ritmo, mis hijos lo están disfrutando de lo lindo, y yo los observo y trato de adaptarme a una vida mas natural, mas conectada. Ellos me enseñan cada día.
Todos deberíamos tener derecho a vivir sin prisa, observando como caen las hojas (aquí poco) en otoño y como florece la primavera. Y de este modo nos resultaría mucho mas fácil conectar con nuestra esencia y desaprender tanto como necesitemos.
HoraPrima